Es inminente que la participación de Eugenio Hernández a la contienda electoral para el Senado como candidato del Partido Verde no cayó bien a todo mundo, pese a que forma parte de una estrategia avalada por la misma candidata presidencial Claudia Sheinbaum.
En poco más de una semana Geño y su compañera de fórmula Maki Ortiz, han acaparado la atención mediática de la campaña electoral tamaulipeca, apareciendo no sólo en los medios de comunicación tradicionales y redes sociales, sino también en las conversaciones de los ciudadanos, es decir, son el tema en la opinión pública estatal.
En una campaña en donde hace meses la coalición del PRIAN no pintaba para mucho y Morena se vislumbraba casi como invencible. La entrada del ex gobernador la ha vuelto muy interesante al convertirse en la figura disruptiva de la misma y por ende el candidato a seguir por todos.
La fuerza de Geño no sólo es mediática por su carisma o por regresar triunfante luego de haber sido privado de su libertad durante años por motivos políticos, el respaldo del ex priista es el resultado de su cercanía con la gente, de cuando tenía el poder para ayudar y lo hizo, en pocas palabras, está cosechando lo que sembró cuando fue gobernador.
Pero, el candidato Verde también cuenta con el respaldo de buena parte de la clase política tamaulipeca, unos desde el anonimato, pero otros lo hacen gustosos de forma pública.
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