Las Fuerzas de Defensa de Israel están atacando una serie de objetivos del movimiento Hezbolá en el sur del Líbano, informa la cuenta oficial de los militares en Telegram. Testigos comparten asimismo imágenes de una explosión en el barrio de Dahiye, en Beirut.
Las FDI atacaron el cuartel general central de la organización, situado debajo de edificios residenciales en el centro del barrio beirutí, comunicó el portavoz oficial militar, el contraalmirante Daniel Hagari. La elección del lugar para construir esta sede fue “parte de la estrategia de Hezbolá de utilizar a los libaneses como escudos humanos”, sostuvo.
La radio del Ejército israelí informa que varios aviones F-35 llevaron a cabo el ataque utilizando bombas perforantes. Un corresponsal de la cadena Al Jazeera reporta desde el lugar de los sucesos que varios edificios residenciales con familias en su interior han quedado completamente destruidos.
A su vez, el canal Fox News ha obtenido información de que el objetivo del ataque en Beirut era el máximo líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
Asimismo, fuentes israelíes afirman que el bombardeo se realizó después de recibir información de que el secretario general del movimiento había llegado al búnker para una reunión del liderazgo.
Los funcionarios israelíes citados por New York Times precisaron que las agencias de inteligencia israelíes estaban al tanto de la instalación subterránea bajo cuatro edificios residenciales en un barrio densamente poblado al sur de Beirut. En cuanto se informó de la llegada de Nasrallah, se disparó una gran cantidad de municiones hacia el lugar, incluyendo algunas antibúnker.
Las evaluaciones iniciales de la comunidad de inteligencia israelí tras el ataque indicarían que el líder de Hezbolá habría sido matado, según fuentes que advirtieron que se trata de una información preliminar que podría cambiar.
De momento, circulan diferentes versiones sobre el destino del líder máximo de Hezbolá, mientras que el propio movimiento chiita no se ha pronunciado al respecto.
La agencia de noticias iraní Tasnim reporta, citando fuentes de seguridad, que Nasrallah “está en un lugar seguro”.
Mientras tanto, videos de los lugares de los impactos de las bombas israelíes muestran grandes cráteres en las calles y denuncian múltiples muertes entre la población civil. El Ministerio de Salud del Líbano ha confirmado la muerte de seis personas, mientras que el balance preliminar de heridos es de 91 tras el bombardeo en el sur de Beirut.
Entre seis y nueve edificios de una zona residencial, debajo de la cual aparentemente se encontraba el centro de mando y control del movimiento, quedaron parcialmente o completamente destruidos.
Las comunicaciones de telefonía fija y móvil en la zona fueros interrumpidas, presuntamente para evitar filtración de información de la milicia chiita.
El primer ministro interino del Líbano, Nayib Mikati, afirmó que los ataques de hoy día muestran que a Israel “no le importa” los esfuerzos para lograr un alto el fuego. La Oficina de Prensa de Mikati difundió un comunicado con estas palabras durante su estadía en Nueva York, donde EE.UU. y otros países hicieron un llamado a un alto el fuego de 21 días entre la nación hebrea y Hezbolá.