André Marín murió el lunes a los 52 años después de enfrentar una serie de problemas de salud antes de someterse a un doble trasplante de pulmón.
El comentarista tenía años intentando superar los padecimientos que se desencadenaron por estrés y que fueron mermando su estado de salud hasta provocarle la muerte.
André Marín calificó el año 2022 como el peor de su vida. El periodista deportivo relató cómo fue que su estómago “explotó” y lo dejó al borde de la muerte. “El estrés, todo fue por estrés, y acumular el tema de los divertículos, uno explotó y ya me estaba yendo”, contó en una entrevista que concedió en marzo del año pasado a la periodista Paty Chapoy.
Después de librar ese delicado episodio de salud, Marín salió del hospital con muy bajo peso. Tan solo dos meses después, volvió al hospital para operarse por “problemas en la espalda” y fue internado de nueva cuenta en noviembre.
“El acabose fue noviembre, porque yo fui por 3 días al hospital a que me revisaran la panza y la espalda. Todo me lo revisaron y todo iba bien, y la última noche en el hospital de 3 días pesco tres neumonías diferentes con neumococo y todo”.
Fue entonces que Marín ingresó a terapia intensiva y estuvo intubado e inconsciente durante 50 días. Una vez más, el comentarista logró salir adelante tras una dura lucha: “Llegué a pesar 40 kilos, me estaba yendo”, recordó.
André Marín contrajo una bacteria
André Marín ya había luchado contra una delicada enfermedad. Antes de que iniciara la pandemia de Covid-19, en diciembre de 2019, contrajo la bacteria Clostridium Difficile y fue internado.
“Es una infección en el estómago que si no la cuidas con unos antibióticos fuertísimos te puede llegar a perforar el intestino”, explicó en mayo de 2021 en entrevista con Javier Alarcón.
El periodista reconoció que, por su profesión, llevaba una vida muy acelerada. “Esta profesión tienes que tener, incluso dormido, el celular en la mano y el pasaporte en otra por cualquier emergencia, hoy me la llevo más tranquilo, más con calma”, compartió con Pati Chapoy.
Además de adoptar una actitud más “positiva y paciente”, confesó que valoró lo realmente importante en su vida: “La familia, la salud, estar cerca de Dios, ser sencillo”.