El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, solicitó este lunes al el exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón, que “se entregue” a las autoridades para aclarar su rol y el de otros ex altos funcionarios como el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) en el establecimiento de “la verdad histórica” del caso Ayotzinapa.
“Ayudaría mucho que él viniera a declarar y a asumir su responsabilidad porque tiene acusaciones de que él [Zerón] fue el que llevó a cabo actos de tortura o él los coordinó a los torturadores para que declararan lo que le convenía al gobierno de ese entonces. Entonces, si él recibió instrucciones, como se indica en la declaración, que lo dé por escrito y que se entregue a la autoridad. El que nada debe, nada teme”, argumentó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
Si bien López Obrador aseguró que no estaba al corriente de las más recientes revelaciones de Zerón, en las que mencionó directamente a Peña Nieto de ser uno de los artífices de la así llamada “verdad histórica”, dejó en manos de la Fiscalía General de la República (FGR), la posibilidad de citar al exgobernante para que rinda declaraciones, al tiempo que calificó de “muy truculento” que el exdirectivo de la AIC señalara directamente al expresidente.
“Si la Fiscalía considera que se puede, que se debe, y hay elementos para llamar a declarar al expresidente Peña, depende de la Fiscalía hacerlo. Nada más que se me hace, del señor Zerón, muy truculento el que ahora esté echándole la culpa al presidente Peña”, apuntó.
Del mismo modo, descartó cualquier posibilidad de estar encubriendo a su antecesor y advirtió que las insinuaciones que existen al respecto son obra de sus “adversarios” políticos. “Yo no protejo a nadie, no soy tapadera, no soy cómplice de nadie, no establezco relaciones de complicidad con nadie”, recalcó.
Zerón figura, junto al exprocurador José Murillo Karam, como el exservidor público de más alto nivel sindicado por la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa y en la construcción de un relato público que culpaba del crimen a la delincuencia organizada, en descargo de las fuerzas del Estado.
Investigaciones realizadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes echaron por borda esa versión. Murillo Karam fue apresado y Zerón huyó a Israel, país que se niega a extraditarlo a México.
