Claudia Sheinbaum recibió este jueves de mano del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de México la constancia de mayoría, que la acredita formalmente como vencedora de los comicios presidenciales el pasado 2 de junio.
“Debemos sentirnos todos y todas orgullosos y orgullosas, porque el pueblo de México mostró su conciencia cívica, su vocación democrática, su sentido republicano, pero también el reconocimiento colectivo de su fuerza y de su historia, expresada con claridad y contundencia el día de la jornada electoral”, dijo Sheinbaum tras haber recibido la credencial.
La mandataria electa recalcó que no asumía su victoria como un asunto “individual” sino en un esfuerzo ancestral de las mujeres. “No llego sola, llegamos todas”, dijo en referencia al hecho de haberse convertido en la primera mujer en obtener la jefatura de Estado en su país.
Compromisos
Apuntó asimismo que su victoria implicaba compromisos tanto con quienes la respaldaron en las urnas como quienes se expresaron a favor de otras opciones, aunque, en su opinión, el pueblo mexicano envió un mensaje claro: la continuidad de las políticas iniciadas por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
“La mayoría de la gente votó porque siga un gobierno honesto, de resultados, con amor a la patria y con amor al pueblo de México. Dicho de otra forma, la mayoría de los ciudadanos no quiere que regresen los gobiernos al servicio de unos cuantos. O la prepotencia […], no quieren que regrese ni la corrupción ni los privilegios. Ese es el mandato del pueblo de México y nos corresponde seguir haciéndolo realidad”, señaló.
Así las cosas, descartó la adopción de políticas de “libertad” ajenas a la noción de bienestar social, propias del neoliberalismo. “La libertad puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y donde las y los mexicanos puedan vivir con bienestar y derechos”, alegó.
Sheinbaum también dejó claro que si bien su administración estará comprometida con la mejora de la seguridad, “no volverá” el enfoque guerrerista contra las drogas que caracterizó a las gestiones que antecedieron a López Obrador.
Defendió asimismo la necesidad de reformar el sistema de justicia, para profundizar la “democracia” y construir un verdadero “Estado de derecho”.
“Justicia, en el sentido amplio de la palabra, significa justicia social, justicia ambiental, justicia para las mujeres, justicia para todas las personas. Y también, justicia igual para el pobre que para el rico. Es decir, el pueblo decidió mayoritariamente un verdadero sistema de justicia, que sea igual para todas y todos los mexicanos […], que comprenda la separación entre el poder económico y el poder de la justicia”, indicó.
Por unanimidad
La víspera, la Sala Superior de la instancia judicial sentenció por unanimidad “que la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, postulada por la coalición Sigamos Haciendo Historia […], obtuvo la mayoría de los votos en la elección de la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos”.
El TEPJF apuntó en su dictamen que la elección “es válida por cumplir con los requisitos constitucionales y legales”, al tiempo que ratificó que la presidenta electa “satisface los requisitos de elegibilidad” establecidos en la carta magna de ese país.
De acuerdo con el cómputo final publicado por el Instituto Nacional Electoral (INE), Sheinbaum recibió 35,9 millones de votos, mientras que Xóchitl Gálvez, abanderada de una coalición conservadora, obtuvo 16,5 millones.