Grupos antisectarios en Francia se oponen a la aparición del actor estadounidense Tom Cruise en la clausura de los Juegos Olímpicos, que tendrá lugar el próximo 11 de agosto. La negativa obedece a su estrecha relación con la cienciología, un movimiento que se describe a sí mismo como una religión, pero que es considerado una secta en el país galo, informa el diario Le Monde.
“El simple hecho de que hablemos de su presencia es un insulto a las víctimas. Es realmente un mal mensaje”, asegura Catherine Katz, una exjueza que dirige la asociación francesa UNADFI, dedicada a defender y ayudar a víctimas de cualquier organización de carácter sectario. Es una “vergüenza”, afirma Charline Delporte, presidenta de Caffes, una institución comprometida con esa misma lucha.
Aunque la asistencia de Cruise no ha sido confirmada, el medio estadounidense TMZ asegura que el protagonista de la saga ‘Misión imposible’ planea descender en rápel desde lo alto del Stade de France, sede de la ceremonia, y aterrizar en su interior llevando la bandera olímpica. Según fuentes citadas por el tabloide, la logística de la acrobacia todavía se está resolviendo y, dado su grado de dificultad, Tom Cruise podría acudir a un doble.
JJ.OO.: ¿escenario de adoctrinamiento?
Considerado como uno de los actores mejor pagados y más influyentes de la industria cinematográfica, Cruise también es uno de los más famosos miembros de la cienciología, que está siendo acusada de aprovechar las Olimpiadas para reclutar nuevos adeptos. Miviludes, una agencia gubernamental francesa encargada de lidiar con movimientos sectarios, denunció esta semana la distribución de folletos en espacios públicos en las ciudades de Marsella, Angers y en la capital, que estaría vinculada con esas acciones. “[Los cienciólogos] están muy presentes en los grandes eventos deportivos, sin duda llegarán a muchos jóvenes, estoy muy preocupada”, señaló al respecto Delporte.
Aunque los panfletos no mencionan explícitamente al movimiento, y tienen la consigna de “no a las drogas”, Miviludes señala que la campaña está asociada a una fundación estadounidense que es patrocinada por la “Iglesia de la Cienciología y apoyada por cienciólogos de todo el mundo”. “Las prácticas de la cienciología presentan riesgos de desestabilización mental, demandas financieras exorbitantes y ruptura con el entorno”, advierte esa misión ministerial.
“Nos preocupa que se trate de una estrategia proselitista que no tenga nada que ver con la prevención”, dijo en una entrevistas su director, Donatien Le Vaillant. “Son marionetas. Si no sabes quiénes son, puedes caer en sus grandes principios. Dicen que están aquí para ayudar a los drogadictos, pero en realidad facilitan el adoctrinamiento”, opina Katz.
La Iglesia de la Cienciología abrió en abril pasado una sede en el municipio de Saint-Denis, que colinda con París, donde se encuentra el Stade de France, el estadio más grande del país. Varios miembros de ese movimiento han sido condenados en Francia. En 2013, dos de las principales estructuras de la cienciología recibieron penas por fraude, extorsión y crimen organizado.