Rusia y China llevarán a cabo cinco expediciones conjuntas para construir la infraestructura que conformará la Estación Lunar Científica Internacional (ILRS), según el acuerdo intergubernamental suscrito por ambos países para el establecimiento de esta base en la superficie de la Luna.
En el documento se indica que la creación de la ILRS constará de tres fases. En la primera se contempla la exploración de nuestro satélite mediante el envío de naves espaciales rusas y chinas, así como el diseño de la estación y la determinación de su emplazamiento. Además, se prevé que en esta fase se compruebe la tecnología para que los aterrizajes en suelo lunar sean suaves y seguros.
Durante la segunda fase se comenzarán las operaciones conjuntas, se creará el centro de control de la ILRS y se entregarán equipos a la superficie lunar. También se construirá un módulo orbital y un módulo superficial para el suministro de energía, comunicaciones y servicio de transporte.
En total, la construcción de la base requerirá cinco misiones, aunque aún está por definir su plan de ejecución. Esto se sabrá después de que las autoridades competentes hayan acordado una mayor justificación. La última fase implica la verificación de tecnologías y la asistencia a los socios internacionales para transportar un hombre a la Luna, a través de un “satélite multiestacionario complejo”.
El 25 de noviembre de 2022 se firmó el acuerdo intergubernamental ruso-chino sobre la creación conjunta de la ILRS. El presidente ruso, Vladímir Putin, ratificó el 12 de junio la ley que avala el acuerdo, que entró en vigor el pasado jueves.
En marzo de 2021, las autoridades chinas y rusas lanzaron oficialmente el programa de la ILRS. En junio de ese mismo año, la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) y Roscosmos presentaron una hoja de ruta conjunta para la construcción de la ILRS, con miras al 2030.
Según el portal Prokosmos, hasta el momento son 25 los socios internacionales que se han unido al programa para la creación de la base científica lunar, entre ellos Azerbaiyán, Bielorrusia, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Pakistán, Sudáfrica, Serbia, Venezuela, Nicaragua, Tailandia y Kazajistán, además de la Organización de Cooperación Espacial Asia-Pacífico, la empresa privada suiza Nano-SPACE y la Fundación Húngara de Física Solar.