El pistolero que intentó asesinar el fin de semana pasado al expresidente estadounidense Donald Trump disparó desde una azotea que el Servicio Secreto de Estados Unidos había declarado fuera de su perímetro de seguridad, una “omisión fatal” que la agencia no debería haber cometido, informó Reuters el martes, citando a dos exfuncionarios del organismo familiarizados con el asunto.
El sábado pasado, el exmandatario fue objeto un ataque con arma de fuego cuando intervenía en un mitin electoral en la ciudad de Butler, Pensilvania. Que el agresor haya sido capaz de llegar a la azotea de un edificio sin vigilancia expuso un gran agujero en la seguridad, según Kenneth Valentine, exagente especial del Servicio Secreto. “No debería haber podido subir al tejado”, dijo. Valentine también indicó que la agencia debería haber tenido a alguien vigilando los tejados como línea de defensa adicional.
Según Reuters, el edificio, a unos 140 metros del escenario donde Trump hablaba, estaba fuera del área asegurada para el evento, y la Policía local y estatal dijeron que no era su responsabilidad. Esta falta de vigilancia permitió que el autor de los hechos, Thomas Matthew Crooks, accediera al tejado sin impedimentos y disparara directamente a Trump, rozando su oreja, matando a un asistente al mitin e hiriendo a otros dos.
“El Servicio Secreto dijo que el edificio estaba fuera del perímetro. Eso no es cierto. Debería haber estado dentro del perímetro,” afirmó a la agencia otro exagente del Servicio Secreto. “Esto es un fracaso masivo”, denunció.
El comisario del condado de Butler, Michael Slupe, dijo a Reuters que sus ayudantes no eran responsables de la seguridad dentro o fuera del perímetro. La Policía Estatal de Pensilvania, que ayudó a organizar el evento, también negó su responsabilidad en asegurar el edificio, propiedad de la compañía de equipos de embalaje AGR International.
Slupe dijo a Reuters que los oficiales de la Policía local respondieron a informes de una persona sospechosa vista caminando en el área. A los agentes se les envió una foto del individuo, pero no se les dijo que estaba armado, indicó.
“Escuchen, si él estaba en el tejado, ¿verdad?, y recibimos esa información y yo la escuché, nunca habría permitido que el presidente saliera a esa pasarela”, aseguró. Slupe relató que uno de los oficiales subió al tejado, donde el tirador se dio la vuelta y le apuntó con su rifle. El oficial bajó de nuevo al suelo. Crooks abrió fuego contra el presidente poco después, agregó.
La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, declaró el lunes que eran las autoridades locales las encargadas de garantizar la seguridad en el edificio del que el tirador realizó los disparos. En este sentido, señaló que no planea presentar su renuncia. Varios medios locales han informado que la Policía avisó al Servicio Secreto sobre una persona sospechosa en el mitin.