Los arqueólogos que trabajan en unas excavaciones en Mount Vernon, la finca donde vivió George Washington, el primer presidente de EE.UU., anunciaron este jueves en un comunicado el hallazgo de 35 botellas casi intactas del siglo XVIII que en su mayoría contienen bayas.
Los expertos desenterraron del sótano de la mansión 35 botellas de vidrio, 29 de las cuales permanecen intactas y contienen bayas como cerezas, grosellas y grosellas espinosas. Según informan los expertos, las formas y características de las botellas apuntan a que fueron elaboradas entre los años 1740 y 1750.
Este descubrimiento se produce después de otro, hace dos meses, que tuvo como resultado el hallazgo de dos botellas de vidrio que fueron colocadas en un pozo entre 1758 y 1776 para refrigerar alimentos. “Ahora sabemos que esas botellas fueron solo el comienzo de este descubrimiento de gran éxito”, recalcó Doug Bradburn, presidente de Mount Vernon, refiriéndose a la conexión entre los dos hallazgos.
“Nunca podíamos imaginarnos un descubrimiento tan espectacular”, afirmó Bradburn. “Hasta donde sabemos, es un hallazgo sin precedentes. Jamás nada de esta escala e importancia había sido excavado en América del Norte” destacó, describiendo este descubrimiento como de “gran éxito”.
El contenido de botellas
Las botellas fueron extraídas de cinco pozos, donde habrían podido ser olvidadas después de ser colocadas bajo tierra, la mejor manera en esa época para conservar alimentos. Cada pozo consiste en un “agujero rectangular, de aproximadamente un pie de profundidad”, explicó uno de los arqueólogos. Después de haber sido extraídas, las botellas se están secando en el laboratorio arqueológico de Mount Vernon y luego serán enviadas a otro lugar para su posterior conversación.
Por ahora han sido identificados 54 huesos de bayas y 23 tallos, lo que significa que las botellas, tal vez, estaban llenas de cerezas y grosellas cuando se embotellaron. Asimismo, la microscopia indica que las bayas tal vez fueron recolectadas de los árboles con cizallas. Según indican los arqueólogos, las condiciones de los hallazgos son complejas, dado que las botellas “son extremadamente frágiles y requieren el máximo cuidado”.
Un hito arqueológico
Los descubrimientos en la finca siguen sorprendiendo a los científicos, ya que las bayas que fueron conservadas hace más de 250 años brindan una oportunidad “increíblemente insólita” de demostrar las costumbres alimenticias y los orígenes de la gastronomía estadounidense. De acuerdo con los arqueólogos, “las botellas y su contenido son un testimonio del conocimiento y la habilidad de las personas esclavizadas que manejaban la preparación de alimentos”.
Se estima que esos artefactos fueron olvidados cuando George Washington abandonó su finca para tomar el mando del Ejército Continental, de ahí que las botellas “no hayan visto la luz desde el día anterior de la Revolución estadounidense”.