GOBIERNO DE MÉXICO IMPULSA MANTENIMIENTO DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LA CDMX PARA SEGURIDAD DE USUARIOS

Nacional

El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el informe sobre el mantenimiento correctivo y preventivo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a fin de garantizar la seguridad de las y los usuarios.
En conferencia de prensa matutina agradeció a la Secretaría de Marina la administración de esta central aeroportuaria.
“Yo quiero agradecerle mucho a las Fuerzas Armadas, tanto a la Secretaría de Marina como a la Secretaría de la Defensa, porque sin ellos no hubiésemos podido poner orden”, expresó.
El exdirector general del AICM, Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño, que se desempeñó en el encargo de junio de 2022 a marzo de 2024, tuvo la encomienda de “mejorar el servicio, la seguridad y poner orden”.
Detalló que a su llegada y tras un diagnóstico se detectaron diversas irregularidades: vacío de autoridad, falta de comunicación y escasa coordinación, corrupción en áreas de migración y de aduana, demoras en todos los procesos de servicio al pasajero y las aerolíneas privilegiaban sus fines comerciales al margen de la legalidad, espacios ocupados ilegalmente y tolerados de manera injustificada.
Durante su gestión, apuntó, la inversión de mantenimiento alcanzó los 2 mil 69.2 millones de pesos entre 2022 y 2023, distribuidos en las pistas, plataformas, calles de rodaje y áreas operacionales, edificios terminales, equipamiento y sistemas eléctricos.
Por su parte, el actual director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), José Ramón Rivera Parga, informó que la inversión de este año para el complejo aéreo asciende a los 2 mil 200 millones de pesos, orientados a obras de mantenimiento, conservación y modernización. De estos recursos, dijo, mil 495 millones de pesos corresponden a recursos fiscales y 705.7 millones de pesos son propios de la terminal aérea.
El financiamiento se dirigirá a la compra de equipos de seguridad para equipaje, máquinas de rayos X y equipos detectores de explosivos, así como la rehabilitación de las pistas 05 Derecha – 23 Izquierda, que incluye la reposición de carpeta asfáltica, la adecuación y reestructuración de circuitos eléctricos y la modernización de sistemas de iluminación.
Los recursos también comprenden el mantenimiento preventivo y correctivo a las instalaciones a partir de la impermeabilización de azoteas, la reparación de goteras y filtraciones, la restauración del sistema de drenaje pluvial, el cambio de plafones y de pisos en algunas áreas, los bacheos en calles de rodaje y la rehabilitación de Rodaje Bravo, el más importante y transitado por las aeronaves de la terminal 1.
Simultáneamente abarcan estudios y proyectos que permitirán efectuar obras programadas para 2025, la rehabilitación del sistema de drenaje y cárcamos, la modernización de infraestructura sanitaria y equipamiento de baños en ambas terminales, la sustitución de 12 elevadores y la compra e instalación de equipos para el sistema de aire acondicionado de edificios terminales 1 y 2.
Los daños por hundimientos regionales afectaron las pilas de cimentación y tuberías, al tiempo que generaron grietas. La intervención requirió de 490 millones de pesos en el periodo comprendido de octubre de 2022 a noviembre de 2023, indicó el titular del Gobierno de la Ciudad de México.
A fin de resolver oportunamente la situación en los cimientos fueron ejecutadas excavaciones y perforaciones y se repararon las grietas mediante la incorporación de acero y relleno fluido con una perspectiva de uso permanente del aeropuerto, señaló.
En estas labores participaron el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México y empresas como Cemex, Jaguar y Grupo Alfa.
El secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Esteva Medina, puntualizó que el patio hotel, la terminal 2 y el estacionamiento representan una superficie de 52 mil metros cuadrados, donde el problema principal fue el diseño de pilas con una profundidad aproximada a los 60 metros de profundidad, apoyadas en suelo firme. Al haber hundimientos regionales, el piso de los edificios perdió contacto con el suelo y esto originó los daños estructurales.

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