El Tribunal Supremo de Nueva York ha anulado la condena por violación dictada contra Harvey Weinstein en 2020 por considerar que no tuvo un juicio justo. Se ha ordenado un nuevo juicio.
En febrero de 2020, el magnate de Hollywood caído en desgracia fue declarado culpable de violación y agresión sexual y condenado a 23 años de prisión. Este veredicto ha sido anulado alegando que el juez del juicio cometió ‘atroces’ fallos improcedentes, incluida la decisión de permitir que mujeres testificaran sobre acusaciones que no formaban parte del caso.
Weinstein, de 72 años, seguirá en prisión tras su condena en 2022 por otra violación y agresión sexual, por la que fue condenado a 16 años de cárcel.
En el veredicto, la jueza Jenny Rivera escribió: ‘Es un abuso de la discreción judicial permitir acusaciones no probadas de nada más que mal comportamiento que destruye el carácter de un acusado, pero no arroja luz sobre su credibilidad en relación con los cargos penales presentados contra él’.
En la opinión disidente del tribunal, la jueza Madeline Singas escribió: “Con la decisión de hoy, este tribunal sigue frustrando los avances constantes por los que han luchado las supervivientes de la violencia sexual en nuestro sistema de justicia penal”.
“Olvidadas están las mujeres que soportan el trauma psicológico de la violencia sexual y las cicatrices de testificar una y otra vez. Esta erosión de los precedentes, nacida de la negativa a aceptar que los delitos de violencia sexual tienen muchos más matices y son más complejos que otros delitos, se produce a expensas de la seguridad de las mujeres”.
‘La decisión de hoy supone un gran paso atrás en la exigencia de responsabilidades a quienes cometen actos de violencia sexual’, ha declarado Douglas Wigdor, abogado que representó a dos testigos en prisión preventiva en Nueva York.
‘Los tribunales admiten habitualmente pruebas de otros actos no imputados cuando ayudan a los jurados a comprender cuestiones relativas al modus operandi o esquema del acusado. El jurado fue instruido sobre la pertinencia de este testimonio, y anular el veredicto es trágico en el sentido de que obligará a las víctimas a soportar otro juicio más’.
La caída de Weinstein precipitó el movimiento #MeToo, una gigantesca reacción contra la mala conducta sexual en Hollywood y en la industria del entretenimiento en general. Gwyneth Paltrow, Salma Hayek, Lupita Nyong’o y Ashley Judd fueron algunas de las mujeres que acusaron a Weinstein de acoso sexual, mientras que las actrices Asia Argento y Rose McGowan lo acusaron de violación.