Un tiburón causó el sábado un fuerte revuelo en la playa española de Melenara, en Gran Canaria, provocando su clausura. Para el domingo, la bandera roja estaba ya en dos calas de Telde y una en el sur de la isla por el avistamiento del escualo. Tras perderse su rastro, las playas de Melenara y Salinetas volvieron a estar abiertas al público desde el lunes.