El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este viernes que el país concederá asilo diplomático al exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, en medio de las tensiones con el Gobierno de Daniel Noboa.
“El Gobierno de Ecuador quería que nosotros lo entregáramos y no podemos hacer eso porque México tiene una política exterior caracterizada por protección a perseguidos y por el asilo”, dijo al recordar la larga tradición que el país tiene en ese sentido.
Glas, que está acusado de corrupción, se encuentra asilado en legación mexicana en Ecuador, ya que se considera un perseguido político.
La decisión de López Obrador de otorgarle asilo a Glas se confirma un día después de que el Gobierno de Noboa declarara persona non grata a la embajadora mexicana, Raquel Serur Smeke, y le diera un plazo de 72 horas para abandonar el país.
¿Y ahora qué?
Para cesar las especulaciones de una decisión recíproca, López Obrador la descartó de plano: “No vamos a romper relaciones ni vamos a hacer lo mismo con el embajador de Ecuador [en México]”, afirmó el mandatario en su habitual conferencia de prensa.
En esa línea, confirmó que Glas no viajará a México junto con la embajadora expulsada, porque el Gobierno de Ecuador todavía no autoriza la salida.
No obstante, exigió al Gobierno ecuatoriano el respeto al derecho de asilo, a la soberanía y la inviolabilidad de su sede diplomática. “Ayer vi el exceso de fuerza rodeando la embajada con mucha prepotencia, así son los fachos”, acusó.
¿Por qué hay tensiones?
Con respecto a las declaraciones que provocaron la polémica bilateral, hoy López Obrador aclaró que, luego del asesinato de una candidata a alcaldesa, se limitó a convocar a no enrarecer el clima electoral en México con miras a las presidenciales que se realizarán el próximo 2 de junio.
En ese sentido, puso de ejemplo lo ocurrido en Ecuador, ya que el año pasado el homicido del candidato presidencial Fernando Villavicencio sirvió para modificar las tendencias electorales, en un proceso que culminó con el triunfo de Noboa.
“Los medios crearon este ambiente de miedo al grado de que los candidatos se presentaban con chalecos (antibala), todo eso influye”, insistió.
Después de la conferencia de López Obrador, la cancillería emitió un comunicado en el que confirmó que México le otorgó asilo a Glas, condenó el operativo policial en la embajada y lamentó las represalias contra Smeke. “México lamenta esta decisión diplomática que considera desproporcionada”, afirmó.
También le exigió al Gobierno de Ecuador que respete la soberanía de México, no lesione el Derecho de Asilo, cumpla con sus obligaciones internacionales, garantice la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cese la política de hostigamiento y amedrentamiento.
De mantenerse esta situación, advirtió, “México responsabiliza a Ecuador de cualquier afectación a la sede diplomática, a su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano en ese país”.
