Una investigación publicada en el British Journal of Ophthalmology advierte del aumento de problemas de visión en niños y adolescentes, con especial incidencia de la miopía, que provoca que los objetos lejanos se vean de manera borrosa, lo que puede ser corregido con el uso de anteojos o lentes de contacto. Para llegar a esta conclusión analizaron 276 estudios que incluyeron a más de cinco millones de personas de todo el mundo.
La publicación señala que “aproximadamente uno de cada tres niños y adolescentes” están afectados por miopía y advierte que la vista de los jóvenes está empeorando. En ese sentido, detalla que en algunos grupos se detectaron tasas más altas de este problema, especialmente en zonas urbanas de países del este de Asia, como China y Singapur.
En esas áreas, la prevalencia de la miopía es definida por el estudio como “alarmantemente alta en comparación con el resto del mundo”, por lo que jóvenes y niños de la región tienen “más del doble de probabilidades de ser miopes”.
Por el contrario, la tasa de esta afección es baja en países como Paraguay, Burkina Faso, Uganda y Sudán.
La pandemia agravó la situación
El estudio identifica como uno de los motivos del incremento de las dificultades visuales el impacto de la pandemia de coronavirus y las cuarentenas declaradas en los países. “Las pruebas emergentes sugieren una posible asociación entre la pandemia y el deterioro acelerado de la visión en los adultos jóvenes”, explican los autores.
En ese sentido, detallan que la reducción de las actividades en espacios exteriores y el aumento del uso de dispositivos electrónicos y pantallas podrían haber contribuido al desarrollo de miopía en mayor cantidad de personas.
Según las proyecciones del estudio, para 2050 podría haber más de 740 millones de niños y adolescentes con esta afección. Por lo tanto, se recomienda a los jóvenes que adopten “medidas de protección ocular” de forma regular, y que aumente el tiempo dedicado al ejercicio y a disminuir la exposición a las pantallas.
“Es crucial reconocer que la miopía puede convertirse en una carga para la salud mundial en el futuro”, asegura el informe.